Encima de la loma
un árbol está
y allí una paloma
comenzó a anidar.
Un viejo Turpial
discutió fuertemente
con un Cardenal
por lo mismo de siempre.
El Lorito real
junto a dos canarios
buscan al Turpial
por el vecindario.
La señora iguana
y don camaleón
andan de parranda
por el malecón.
El señor Salmón
ya no vive en el mar
porqué don Tiburón
lo quería atrapar.
Me voy a otros lares
pero después vuelvo
con más animales
que en mis versos tengo.
Alejandro J. Díaz Valero