Ya somos tan clandestinos
como tan dueño de nuestros
pecados.
Ajenos de inocencia
contemplo olimpos
de verdades ,
austero de un viejo
retoño del ayer .
Clandestino poeta ,
en horas taciturnas
de ideologías desgastadas
en muros destrozados
hermanos muertos
tormentas cansadas de crecer.
Tu y yo
ambos risueños,
claros,
intactos ,
sabremos esperar
ese pequeño tiempo nuestro
perdido en ese otro
tiempo del mundo.