Pensamientos de un luchador
A veces cuando no encuentro el camino
Sencillamente me lo invento,
Hago mi propio camino
Voy donde me lleve el viento,
Y no si hay tiempo
Para escribirte en el viento,
Lo que por ti
Ya siento,
Hoy llegare a puerto
En esta vieja carabela,
Del corsario negro
Vengo de tanto viajar cansado,
Dejad una vela roja encendida en vuestra ventana
Y iré a vuestra alcoba a descansar.
Nuestro marinero llego a puerto
Y desembarco el primero,
Recorrió las calles del adoquinado puerto,
Y encontró la señal
En lo alto de la torre del convento de la luz,
Marinero ¿cómo piensas entrar?
¿Os lo podéis imaginar?
El marinero se paro esa noche ante las murallas del convento,
Y justo delante del muro se paro,
Emitió unos agudos sonidos
Y una enorme águila negra le recogió del suelo,
Y lo depositó en la ventana con la vela roja
Para gran sorpresa de la superiora
que daba por hecho
haberse librado del acuerdo