gaston campano

Día de fiebre

En una cama tendido,

y los pies algo entumidos,

la cabeza caliente

con un paño mojado en la frente

detrás de unos visillos blancos,

unos vidrios transparentes

veo caminando gente,

por las calles de mi barrio

unos gorriones varios

con tenedor y cuchillo

sirviéndose encantados

los rastros de un conejo,

tirado en el camino.

Unos girasoles miro

con su color amarillo,

riéndose estan los pillos

de verme en ese estado,

me gritan ¡¡¡estás morado!!!

ahora que me comienzo a ir

¡¡¡Para que te vas a morir!!!

Si te encuentras relajado.