Y de pronto la ves
y sabes que ya nada volverá a ser igual.
Te mirará pensando en ayeres,
pero en sus ojos brillará ese final.
Y te das cuenta de que ya nada vale,
que tus recuerdos se entierran
por sí mismos en tristes lugares.
Entiendes que aquél fue el último beso
y que tu vida se queda sin engranaje.
Sabes que te has quedado sin princesa,
porque has alcanzado el fin del cuento.
Y entonces piensas
en esas historias que no acaban,
y entiendes que la tuya ha sido diferente.
Comprendes que has pisado tierra firme
y que lo que en realidad esperabas
era un amor de dibujos Disney.
J.M. García