borealara

El ocaso de Marìa

Muy de mañana Maria deseaba caminar como lo hacia hace 7 décadas,pero sus piernas no le respondian eran fràgiles ante sus deseos. Marìa cerrò sus ojos y pensaba en los bellos atardeceres que disfrutaba con amigos y vecinos charlando sobre las grandesas de la vida. Mientras atraìa a su memoria esos recuerdos bellos, su cuerpo se estremecia y por sus mejillas rodaban centenares de lagrimas. Lagrimas que mojaban las almohadas que sostenìan su cabeza. Asì Marìa, se pasaban las horas,vivìa de sus bellos recuerdos, aunque esos recuerdos la hacian sentir emociones no lograban empujarla a la vida de los vivos. Apesar de sus debilidad Marìa sabìa que en algun momento de la vida ella dejarìa de existir, pero aun tenìa una mente clara y un cuerpo debil, pero tenìa vida. Un dìa Marìa tomò fuerza de sus recuerdos para enderezar su delgado cuerpo, se trenzò el cabello y respirò. poco a poco sintiò como la sangre recorria su escurrido cuerpo. Asì se paso un rato sentada sobre la pequeña cama, trato de levantar sus pies para dar pequeños pasos, trato una, una otra vez hasta logra ponerse de pie, diò màs de un paso y regraso a la cama a descansar. A otro dìa Marìa intentò caminar, pero ya no pudo, quiso gritar y tampoco pudo, sòlo los centenares de lagrimas fluìan de un manantial casi seco. Sus làgrimas brillan sobre su rostro, sus ojos cada vez màs perdidos, màs no su mente. Marìa era visitada y antendida por famiñiares, en particular por su sobrina y cada vez que le daba algo de alimento era un trabajo dificil por su debilidad fìsica. Marìa cada vez se iba quedando en los puros huesos, pues tenìa de compañera un cancer invasor. un cancer que a cualquiera ataca y a cualquier edad. Marìa quiso luchar pero por su edad y su debilidad ya no quiso intentar vibrar en la vida.  Marìa Tiene nombre es una mujer que le prohibieron amar y ser amada, crecio bajo la sombra de una madre egoista y nunca se caso, pudo adoptar una sobrina que libero a la vida y al amor, màs ella vive un desolado ocaso y enfermedad. Marìa en un juventud atendio las cosas de nuestro Señor. ahora ella pasa por la vida sin vida. Maria, Marìa Marìa, cuantas avemos sin saber del ocaso de la vida y de la enfermedad. Marìa, hoy tus làgrimas son humedad y mañana en la gloria estaràn. de ara