¡No queda más que amarte!
Cuando observo tus arenas rojas
mi alma se enciende y deseo
intensamente abrazarte, adherido
así, a ti, consumarme, consumirme.
¡No queda más que amarte!
Hoy, bebo sediento los recuerdos
de los parajes de mi espíritu
que el “Curiosity” fotografía y trae.
¡No queda más que amarte!
Ya confesaré de tus templos,
seres de piel inefable,
de corazón cristalino
que este puñado de lágrimas
se ofrecen voluntarias y arden.
Ahora, todavía no es tarde
¡No queda más que amarte!