Tus ojos dicen muchas cosas, me dijeron,
...ojalá no los veas porque te pondrías triste.
Dos meses así,
ahogándome en el mismo mar de palabras,
quemándome en los fuegos de noches solitarias,
suspirando,
prometiendo...
ojalá no veas
todo lo que no ves ahora,
ojalá que el cielo
no te cuente de mi agonía,
sólo de mis victorias,
esas de los días
en los que te descubro chiquitito en otros rostros,
entre las hojas,
o camuflado en la ternura de algún niño
que pasa rozándome el costado.
Tus ojos dicen muchas cosas, me dijeron,
tal vez no las suficientes, pensé,
si supieran decir la verdad
alguno estaría llorando
todas las lágrimas que yo no lloro
o gritando
todo lo que mis ojos callan
y la boca encierra y devuelve
al pobre corazón.
Ojalá nunca sepas
todo lo que por vos doy,
tal vez te asuste,
tal vez no quieras,
mejor que callen mis ojos.
Pero la gente insiste.
Tus ojos dicen muchas cosas,
me dijeron, más si así fuera
no comprendo por qué nadie me abraza.