Deja que mueran los días
pero no dejes de hurgar en las comisuras de las horas.
Se meticuloso, aguarda con los puños cerrados las desaveniencias de los años.
No te servirán las dádivas del consuelo, pues estas se acaban pronto.
Pasa la factura de tus huesos
bajo la puerta del silencio;
sí, haz mutismo a tu propia amargura si no vas a pasar de las palabras.
Recoge tus propias manos de la nada.
Escribe más y fuma menos.
Carloenrique