Te miro y en tu ojos puedo observar
tu ardiente deseo de querer estar
en la intimidad de nuestra alcoba
y que con lujuria nos podamos amar.
No solo tuyo es el deseo
mi cuerpo ardiendo por dentro está,
te espero, me esperas...
no me concentro
y solo espero el momento
de poder salir a tu encuentro.
No necesitas palabras,
besas mi cuello y enciendes mi pasión.
tus hábiles manos tocan mis senos
y en el lecho aprisionas mi cuerpo
con besos y caricias
que me conducen por senderos
antes desconocidos.
La noche o el día son testigos
de lo que sucede allí,
reina el silencio en el ambiente
solo se pueden percibir
susurros, dulces gemidos
y suspiros de placer
que acallas con ardientes besos
que llegan a mi escondido ser.
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