El sol en tus manos... La luna en mis ojos...
He querido diseñar el ocaso
cayendo dentro de un cristal
hasta que la vida complemente
el descanso del unísono
a través de la complejidad
de la caída del cielo...
Finos líquidos en la garganta
descendiendo al final del planeta
-Lejos del libido rescate de la muerte-
entre extremidades de la naturaleza-
donde hemos crecidos para morir...,
donde hemos nacido para crecer...,
donde hemos nacido para permanecer...,
en una obra de arte que jamás termina...
La luz en tus manos, la oscuridad en mis ojos
hasta el final del detalle
-exprimir mariposas-
más allá de un sueño bipolar
-exprimir el oxigeno-
de labial crecido de tus pechos-
o
n
d
u
l
a
n
t
e
s
al viento
-alturas crecidas
del mar testigo
de los muertos-
permaneciendo y cayendo
cayendo y permaneciendo
en una caída letal
de venenos y sueños...
... A s t r o s e n t u s m a n o s... Ojos agonizando...
y el cielo f r a c c i o n a d o en silencio...,
en el lamento vagabundo de la dermis
perdida en la pérdida de la lógica
al ver como tocas las estrellas
de un cielo manchado de cuervos
al caer mis ojos en el desvelo de tu piel canela
cuando la carne musita el verbo profano
de la sangre indómita yerta en el caudal
de pasadizos quebrados en la tierra...
húmeda... mojada... extensa
naturaleza de sentir el océano
tallado de manchas al oleaje
de raíces pendulantes al viento
mientras..., más se sacuden poros
de semillas libres
por la inmensidad
de un mundo íntimo y virgen
clavado a la vida
y reinventado a la muerte,
... de dos manos cruzando el horizonte
y... dos ojos cayendo al fondo de un a-mar biselado
fisura de recorrer la líquida catarsis
de expresar detalles de la noche
excomulgada por tu boca agonizante-
al letal sigilo de puntos suspensivos
escribiendo latidos en la oscuridad
d
e
p
e
r
m
a
n
e
c
e
r,
p e r m a n e c e r n o s . . .