Henry V

El tiempo se mide con una rosa

A Raquel Olvera

 

I

Manecillas  de  rosa

Bordaron nuestro tiempo

Con seda de luz 

 y cordón de plata.

 

 

II

Incineraste tus máscaras

Al asomo de mis velas  en el mar.

Cedí  las mías  a los muertos

Y   besé tu  playa blanca.

 

Tenías la frente de nostalgia;

Flor sin flores,

Y una boca de ayer  sin nombre.

 

Recorriste la plazuela de mis ojos

Con tu cuerpo de fandango

 E hiciste  con tus labios bengalas

 al  festejar  la noche;

Yo canté risas

Que escribiste más tarde entre tus piernas.

 

Echaste mi escama  al río.

La certeza era un  árbol  dando leche y miel

Y  mi pecho un manzano.

 

Bebí de tus venas, hoja a hoja.

E  hiciste de oro

lo que sufrí de barro

E hiciste  de agua

Lo que lloré de  fuego.

 

Cercano al desvelo del presagio

Dibujaste una fuente de jade  en mi asombro

Metiste mis manos

Temblor a temblor

mientras caían

las últimas fragancias de la rosa,