carminha nieves

QUIERO VUESTRO PERDON

            

 

Poco tiempo, si, mui poco.  Sin darnos cuenta, el pasa, sin mas, nos damos cuenta que no hicimos mucha cosa. Una palabra a alguien que necesitaba de un aliento, felicitar un cumpleaños, llamar por teléfono a alguien,  contestar  a alguien que  ha dejado algo de nosotros en una pagina en internet.

Revoleamos como hojas al viento, solo cuando paramos nos damos cuenta de nuestras faltas de atención.

Ellos no saben, pero están siempre en nuestro pensamiento e hablamos en silencio con nuestra mente, con las manos trabajamos, corremos para hacer lo que llamamos “muchas cosas que hacer”. Así pasan los días, cuando queremos entrar en contacto ya no son horas, estarán acostados. Pensamos, “mañana lo hago”. Pero vuelve el día frenético, de nuevo pasa lo mismo.

Como sé que es así, nunca, condeno a nadie si no tengo  atención de alguien, que desearía.

 Es bueno hablar, pedir disculpa por la  desatención.  Unas veces me quejo  de mi misma, por dejar para más tarde.  E dejado pasar el momento para una llamada por teléfono. Un e-mail decir presente, en el momento que lo necesitan. Una inmensa culpa, me inunda, sé que están bien que me acompañan, que somos  e seremos siempre lo que fuimos.  Al día siguiente  pienso  con dulzura ha  medias  con  tristeza   que el amor e la amistad nunca nos dejan. Pero, tengo que tener tiempo, para todos como si  de un volver  atrás se tratara, me prometo hacer las cosas como debo.

Me siento ingrata, por no  poner una palabra a los que me dan fuerza, me animan a seguir escribiendo, intenciones tengo, pero, “las muchas cosas que hacer” no me dan respiro.

Cambiar los hábitos diarios, no es fácil. Intentar reorganizar, tampoco, lo intentaré. Prometo.

Si pudiéramos contabilizar los miles de pensamientos que tenemos al largo del día, quedaríamos impresionados con la cantidad. El ser humano es algo  sin explicación. La mente, no tiene tiempo, es el proprio tiempo.

Por la noche haciendo como siempre una revisión a lo que fue mi día, tengo que aceptar,  mi cuerpo, no consigue acompañar, el pensamiento. Mucha cosa ha quedado por hacer, si sentada estuviera en un sofá, si parara para descansar los pies, si perdiera  tiempo a ver televisión, aun lo entendía. Pero no  paro, mismo así no hago la obligación de dar atención a los amigos.

Ahogada en papeles, cuentas, dar vueltas e mas vueltas para solucionar problemas, que todos los días aparecen, cumplir compromisos, todo mezclado con el paño de limpiar el polvo, el cubo de agua e la fregona, hacer las comidas, planchar, poner la lavadora e el lava vajillas a funcionar, aspirar, organizar las pastas de la documentación, tomar nota de fechas, salir al cajero e pagar,  desde seguros, luz, agua, teléfono, seguros, móviles, gas, poner en sobres, con nombres el dinero, para la empleada, el alquiler, para los gastos diarios, lleva horas, que no me dejan casi tiempo para relajar, un poco e  dar atención a quien debía. Es la realidad, es lo que nos come el tiempo, sin quedar casi nada para vivir lo que en realidad es la vida. Oh debería serlo.

Mucho mas, tengo que hacer, días hay que los pies, piden piedad, un poco de descanso, cinco minutos, un poco de crema, un masaje corriendo e listo.

Lo único que descansa es el espejo, casi no lo veo, a no ser para limpiarlo. Así a la vista soy nerviosa, nada mas falso, frenética si e mucho. 

Por eso, todo el día a quien quiero me acompaña en mi mente, sin sonido hablo con todos e a todos un abrazo mando, con toda mi amistad.

No se como serán las vidas de los demás, la mía es una mezcla tan intensa que no consigo, hacer lo que quería e debía, por el mucho que me regalan todos los días mis queridas e queridos amigos, que en la distancia se acuerdan de mi e me perdonan, sin reproche.

Gracias por lo que sois, gracias por lo que regaláis  a esta  solitaria, rodeada de miles de cosas que la atascan e no la dejan respirar.

Nunca  dudéis de mi cariño, nunca penséis que  olvido sea quien sea, yo soy e seré amiga siempre.

Oporto,19 de Setiembre de 2012

Carminha Nieves