Nuestras manos,
peregrinas sin tiempo,
acarician en silencio
nuestros cuerpos.
Desde mis manos amor,
que descienden en tu cuerpo
y se hacen abrojo,
palpitando en tu cuello.
Recorro tus caminos,
con mis palmas aladas,
te dibujan mis dedos,
te pinto de ansiedades.
Mis manos son urgentes,
¿Las sientes en tu piel?
En efluvios de vida,
con música y deseos,
ternura en la pasión,
rencor,(si estoy celosa)
entrega y posesión...
Son tus manos viajeras,
sostén de mis desvelos
cuando atrevidas y ardiente
hacen nido en mis senos.
Peregrinas de sueños,
habitantes nocturnas
de mi cuerpo en penumbras
que te busca y te nombra.
Nuestras manos, se buscan,
asían el momento
se acarician en letras
al fundirse los cuerpos.
Martes, 02 de Octubre de 2012
10:04 p.m.