En esta noche secreta,
se destaca la luna,
por encima de los mares
con su serena belleza,
mientras coqueta se mira
entre la pulida luz
de un antigua farola.
El farero la mira,
con su ilusión contenida,
mientras sueña entre la soledad,
del faro,
con la caricias lejanas,
que entre el melódico
batir de las olas,
ella con sus íntimos secretos,
feliz entre las apasionadas brumas
le licenciaba.
Un conocido intervalo de sirenas
de un cercano barco,
le despiertan de sus evocados
amores
y el viento salobre de la mar,
le trae desde lejanos tiempos,
su voz envuelta en misterio,
con su acento familiar de ángel,
diciéndole,
“Te quiero”