Alejandrina

DESCANSA EN PAZ MANUEL

 

Manuel: me conmovió tu historia de apego, 

guardián de tus raíces y recuerdos familiares,

seguí  la búsqueda, deseando regresaras 

cual Ulises a su isla Itaca .

Mas hoy día a cuatro meses de conocerte,

el crujir de tus huesos violentados

me llueve en el rostro con indesible dolor,

tus ojos subterráneos denuncian la infamia

cometida en contra de tu solitaria vida.

 

La isla se ha quedado desolada,

Manuel nunca mas transitará aquellos

verdes parajes de exuberante belleza 

ni bordeará precipicios defendiendo al ganado,

correteando carroñeras, o tal vez 

domesticando salvajes vientos australes.

 

Dos emisarios del infierno,

cuatreros desalmados arrancaron

con tres certeros golpes, sus sueños

de apacentador manso,

de inocencia suspendida

en un tiempo al margen del tiempo,

habitante de un mundo ignoto e ignorado

por autoridades y compadres.

 

Si yo pudiera deshacerme en el aire 

y encontrar tu espíritu sagrado

te abrazaría, hermano sin parentesco,

con mis manos de compatriota pobre 

agitaré tu sangre en rebeldía 

presentando al mundo tu dolor,

tu ultimo suspiro estrellado en arrecifes

volvera con las mareas a despertar

las treiles agoreras ,

clamando justicia sobre tu nombre Manuel.

Manuel Uribe Cárdenas.

descana en paz.

 

Alejandrina.

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BUSCANDO A MANUEL  

 

Al sur del mundo,

 donde la América mestiza se desgrana 

 en mil pedazos,

 frente a Ancud , la Sebastiana.

 Habitada desde hace veintidós años,

 tan solo por Manuel.

 

 Trashumante de sueños sobre el talud del viento

 ¿ dónde anidan hoy tus pasos infinitos ?

 Te han buscado por abismos insondables,

 trajinando los escollos de este azotado atolón.

 Saudades huúrfanas transitan descalzas 

 los senderos del miedo.

 El bote se ha llenado de nostalgias,

 y la choza es un fantasma

 atormentando al ganado.

 

 Las grosellas sabrán más ácidas 

 en esta primavera, se agostó la vida

 en las planicies del alma

 y el mañio centenario grabará en sus aros,

 la historia de tu desaparición.

 

 ¿ Dónde estás Manuel, o es que acaso 

 el Caleuche te ha invitado a surcar 

 los siete mares,

 intentando aliviar tu soledad ?

 Yo sé que la obsidiana luz de tus ojos 

 como punta de lanza en cacería,

 aún se extiende sobre la heredad,

 defendiendo tres generaciones

 de tu sangre.

 

Alejandrina.

 

16 DE AGOSTO .2012