Una maldición se descerrajó desde sus adentros
elevada en colérica aspa inmisericorde
rapando tergiversados emblemas
pendientes de sinfónicos consejos
Aquel pedazo inmóvil de mar
aquella sabiduría salada
enseñoreada en tu teórico deseo
hueca
meciéndose en el filo de su soga
te empapó el bajo vientre
con olas de obscenas posturas
espumándote universos
de sinceridad plata