Créele a los demás antes que a mí.
No me preguntes
ni consultes
si es mentira mi verdad.
Has tus conjeturas en virtud
de lo que dicen los demás.
Créele mas ella,
pues con ella tendrás
lo que yo no puedo dar.
No es mi estilo la hipocresía
ni los dramas, ni la envidia,
ni estoy de acuerdo con espejismos
que ella ha tenido que inventar
para poder manipular
tus sentimientos
incluso tus pensamientos
sin que cuenta te logres dar.
Anda, créele a ella.
no me tienes porque preguntar,
pues ya me hiciste pensar
que te sembró la duda
respecto de mi amistad.
Créele a ella
a quien conoces menos que a mi.
Yo ya no quiero saber de ti,
pues ya hice lo que tuve que hacer
por miedo de perder
lo más valioso de los dos,
y al saber que para ti no valió
entonces te digo adiós.
Solo quiero que sepas algo
y que lo tengas por siempre grabado,
“detrás de ese rostro de alabastro
se esconde el monstruo más nefasto”.