Perfecto destello sin luz, sin color. Ella, que con su gris transitar, me mira y me acecha tanto que ya logró conquistarme y hoy no puedo vivir sino con ella. Pero no es que me guste su presencia junto a mí, es que realmente ya vive conmigo, tanto que no puedo deshacerme de ella y ya forma parte de mi presente, mi pasado y quizá de mi futuro y de toda mi caótica vida: es parte de mí, como lo es de mi mirar, de mi respirar, de mi andar y de mis tantas cosas que no nombraría porque sino nunca voy a terminar.
Tú, que tantas y muchas veces estuviste junto a mí, sin darme cuenta lo mal que me
hacías, pero era y es inevitable revertir tal situación. La verdad es que te has convertido en una costumbre para mí, porque cada día que despierto la única que está para hacer de mi rutina algo cotidiano eres tú. Sin ti no soy nada, aunque se que sin ti seré todo, todo lo que muchas veces me has negado conquistar por culpa de tu existir.
Soy prisionera de ti y no lograré la libertad hasta que tú decidas abandonarme, créeme que yo intento abandonarte pero el destino se empeña en dejarme junto a ti y transitar contigo cada segundo, cada minuto, cada hora, día y momento, con tu amarga y preciosa compañía. Basta ya, que no quiero ni puedo continuar así, no te das cuenta cuanto me destruyes espiritual y psicológicamente, vete ya de mí, por favor. Día a día ruego con que te alejes, con un despertar distinto al que tuve hoy y al que vengo teniendo desde que te apareciste en mi vida. Quizá tuve algo de culpa para padecer este castigo; tremenda tortura, de hecho, estoy segura que más culpa tuve de merecerte que la que tú tuviste de aparecerte hoy en mi existir, ya lo he pagado con incontables momentos de sufrimiento, de depresión, de “locura”, de desolación, de desahucio, y de un montón de cosas interminables.
Hoy sólo pido ver la luz del sol y termine con la oscuridad de ésta tiniebla que me tiene tan perdida, la verdad me doy cuenta que ésta vida no es vida, que éste respirar ya no es aire, que éste andar ya no es una senda sana y saludable y que todo lo que me rodea no es, ni va a ser verdadero mientras sigas contaminándome con tu destructiva existencia
Ya te he descrito de mil formas y aún no consigo librarme de éste rencor que por ti siento, siempre vas a estar conmigo - o casi siempre- y nunca voy a logar quererte, así como hay muchos que viven como yo; con tu compañía, y nunca lograrán apreciarte, porque realmente estás en todos lados y en todas partes pero no haces bien a nadie, aunque algunos se sientan bien sabiendo que eres lo mejor para ellos, bien ellos saben que noes así, así como yo lo sé ahora. Eres engañosa y mentirosa, porque en un principio te presentas como la solución a muchos problemas, disfrazada de felicidad y dicha, pero el tiempo se encarga de desenmascararte y sacar a luz toda la verdad, esa verdad que tú la pintas de falsedad y es por eso que muchos te aman y te odian; algunos te aman y luego te odian, otros te aman y nunca te odian, otros nunca te aman- y aún así te apareces en la vida de tales- y siempre te odian y están los que nunca te aman ni te odian, porque nunca te conocieron. Yo soy de los que nunca te amaron y siempre te odiaron, pero aún así fuiste, y sos parte de mi ser y espero que algún día dejes de serlo, porque tengo fe que con el tiempo, todo tipo de sentimiento mata, lo destruye y lo aniquilas en dejar rastro alguno.
Yo te conocí y no me arrepiento, porque contigo aprendí muchas cosas buenas, malas y algún día daré pelea a la vida con lo que me enseñaste, pero quiero que sepas una sola cosa; entraste a mi vida y me destruiste y por ende nunca voy a perdonarte y olvidarte.
Yo: prisionera, pero no esclava de ti.