Por un momento creí que el rocío de tu boca era el caliz de mi alma,
pero mi alma ya está muy desecha, está muy cansada,
y me hace tolerar cualquier verdad bien guardada,
cualquier verdad muy bien mentida...
Por un momento castigué a mis ojos cuando te veían,
pero estos, ya distinguía los reales colores de la vida,
sabían que el amor solo lleva el negro y blanco,
y que mucho luto ya habían tenido mis cuadros...
Por un momento dudé cuando te pensé enamorada ,
pues mi amor era comparable con las máquinas domesticas ,
solo era tomado en cuenta , cuando era necesario ,
y la necesidad genera miedos...
Te pensé enamorada, porque me enamoraba,
deliré con los besos que no llegaban, porque los anhelaba,
y el anhelo sabe a todo, menos a la frustración del desconsuelo,
de que tú hayas tomado, mi ilusión como un juego...
Alchy