salí temprano, muy por la tarde,
el día se fue esfumando al instante
las risas apagaron en si su semblante,
rayos cayeron y la lluvia estrepitante.
callejuelas llenas de ríos tan mios
goze la tarde y adore la noche fresca,
oleajes en mis pensamientos fluidos,
remolinos de perfumada tierra húmeda y fresca.
nade en la brisa impetuosa neblina
el corazón en perplejo sueño tranquilo,
se fueron mis males escurridos en la mañana
en nobles y repentinas gotas de roció.
no es semblante que nos trae la vida
es el deseo de seguirla a través de la colina,
es decisión por cobrar la exquisita fantasía
y dejar germinar el sol en el alma mia.
autor. Adolfo Casas C.