Te recuerdo en un café por la tarde,
también entre sonidos confusos,
de esa música que preparó el camino,
del encuentro feliz de nuestros mundos.
También un extraño encuentro,
de una cita al azar preparada,
en historias fantásticas extrañas,
me contabas y yo auscultaba.
El recuerdo también tu sapiencia,
poesía, literatura ingeniadas,
en tu risa de encanto expresada,
cada día deseaba y anhelaba.
Asimismo encontré tu recuerdo,
en un chat cada noche era el medio,
de visitas candentes y tertulias,
tan absurdas como nuestro amor y lujuria.
Las visitas, un abrazo y el afecto,
era todo lo que necesitaba al momento,
yo preciso otra vez que el recuerdo,
realidad se convierta y no sea un sueño..