Bernardo Arzate Benítez

¡Un noble abogado!

 

 

En una ciudad donde transita la gente

rozándose los hombros por la abundancia de ellos;

había convocado a una reunion un gran gerente,

hombres elegantes, de bien peinados cabellos.

 

Los  trajes que lucían eran de la marca Bottega Veneta,

y sus zapatos de diferentes medida,

y aunque llevaban una vida muy inquieta,

se ve que disfrutaban de la vida.

Eran abogados, hombres de dinero,

que para tener algo,solo decían,”quiero”.

 

La puerta del lugar daba la calle,

y una lluvia abundante mojaba a los de afuera;

y mientras afinaban un detalle...

¡Se abrió la puerta y entró una lismonera!

 

La silueta se dibujó como se dibuja una figura en la arena,

se veía una mujer chorreando agua a través de ropas desgarradas.

en su rostro había algo muy obvio:¡Una gran pena!

con sus sandalias viejas,desgastadas.

 

Fue y sentose en una esquina y todo sucedió en un instante;

todos voltearon a mirar con desagrado

pues era una reunión muy importate;

todos,excepto uno,un noble abogado.

Se puso de pie y dijo:¡"Señores,

Quiero presentarles al amor de mis amores;

La mujer que ustedes ven no es cualquier cosa,

Esa mujer... es mi esposa"!

 

Autor:Bernardo Arzate.