Hoy tu ausencia heló mi cuerpo
y caminó sobre mí la madrugada,
la tristeza desgarró mis sueños
y un vacío me pesó en el alma.
Algo dentro mío se quebró
y sentí ganas de llorar,
se fue deshojando la ilusión
que por ti aprendía a suspirar.
Esta noche no hay estrellas
en el cielo infinito ni el mar,
el dolor me hizo prisionera
de lágrimas aún sin derramar.
No supiste amarme y has callado
el dulce latir de mi corazón,
cuando lo oíste caer en tus manos
soñando contigo sediento de amor.
No dejé de perseguir al tiempo
para tratar de retenerte
en la memoria de cada deseo
donde ayer acabé por perderme...
donde caí en aguas de tus labios
bebiendo sueños que no conocía,
donde el amor me hizo niña en tus brazos
y mujer en la noche de tus fantasías.
Y lloré sintiéndote hasta dormir
con tu recuerdo clavado en el corazón,
como pájaro espino agoniza hasta morir
en la última lágrima de vida...
se desangra herido este amor...
Temblando de frío entre las sábanas
me desvela la lluvia buscando tu cuerpo,
se empapó de luna la curva de mi espalda
recorriendo la sombra de todos tus besos...
Ceci Ailín