Quisiera ser un patán
para besarte en la boca,
para mirarte a los ojos,
para hacerte suspirar.
Quisiera ser un patán
y cruzarme en tu mirada,
preguntar como te ha ido,
y ver si suspiras al pasar.
Si es que sientes lo que siento,
si tienes ganas de llorar,
de bailar o de abrazarme.
O sólo quieres callar.
Quisiera que me quisieras,
como yo a ti te he querido,
como sé que es necesario.
Es para sentirme hoy vivo.
Un día te prometí el jamás
ir a buscarte
y te cruzas tú conmigo
cuando voy a cualquier parte.
No sé si estas jugando
con mis simples sentimientos,
con mis ojos y mis nervios,
con lo que de amor aun tengo.
Quisiera ser indiferente
cuando en ti estoy pensando,
cuando busco que me quieras,
cuando estoy por ti llorando.
He vivido desterrado
de tus ojos y tus sueños,
de tus manos y tus labios,
de tus múltiples misterios.
Y te miro en todas partes.
En la espuma de las olas,
en las simples mariposas
y en el pasar de las horas.
Comparando lo que siento,
con las huellas de tus pasos,
he llegado a comprender
que mi vida es un fracaso
por no decir lo que siento,
lo que sufro por amarte,
lo que me duele tu ausencia,
lo que te impide hoy buscarme.
Olvidarte no me pidas
que mi amor por ti no muere,
aunque sufra por tus sueños,
por tus hombros, por tus dedos.
Y me grites que me marche,
yo bien sé que eso no es cierto.
Por la herida que hoy tienes
miro un corazón latiendo,
de amor y de deseo,
y tus manos temblorosas
que me impiden olvidarte
y tu pecho que se agita,
sólo me hace más amarte.
Quisiera ser un patán,
… y seguirte a todas partes!
© Armando Cano
22/IX/2012.