¡Abre el cierre
alma muerta!
Nadie te hiere.
Ya marchó,
ya se aleja.
¡Quita la llave,
déjala abierta!
Amargo sabe,
sí, su aroma,
tras esa puerta.
Mira al vacío.
Shhh, no temas.
Ya se ha ido.
¡Enciéndete!
No pienses en ella.
¿Ves la luz,
alma mía?
Eres tú,
triste cofre
que no se abría.
Vuelve a la vida.
¡Rompe el muro,
vieja amiga!
Olvidémosla y
lloremos juntos.
J.M. García
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