Todos tenemos una misión, cumplámosla.
Cuando el amor abunda en nuestro aposento
Los átomos de humildad y bondad
Van alumbrando y hacen nacer el contento
Se van mesclando los valores
Desaparecen los tormentos
Se une la concordia y rebosa la comprensión
Entendiendo, que el ser vino por una misión
Somos almas del mismo creador
Él es nuestro padre, el océano de amor
Pero las almas se desviaron de la luz
Y vivieron en oscuridad y se alimentaron de dolor
Se transformaron, se les opaco el color
Sus luces ya no relucieron
Metidas tanto en la perdición
Se olvidaron que son almas relucientes
Y se olvidaron del creador
Se olvidaron de cumplir los mandamientos
Y de hacer la ferviente devoción
Se dejaron llevar por el cauce de los deseos
Se ahogaron en los placeres
Se creyeron amos del universo
Y YO, su creador ahí mirándolos
Pobres hijos míos, se hacen tantos daños
Estaré esperándolos en la eternidad
Todos tendrán una lúcida oportunidad
No pierdan la fe jamás
¿Adónde van a regresar?
Del océano de donde se desprendieron
Ahí con toda seguridad volverán
Sigan cumpliendo su misión
Solo podrán, con el ojo único llegar
Mi reino está dentro de sus cuerpos
Ahí estaré esperándolos, para a todos amar
Con mi amor Linda
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