Aquí, armando pedazos de luna
y a veces mares de estrellas
en este océano de espacio…
Con el sonido tímido del viento
cayendo sobre la faz
un diluvio de frío
fumigado por gotas de invierno.
Alzo las manos y no alcanzo
ni a sobar los bordes de tu vientre.
Cayó un árbol, sacudió la tierra,
luz de insecto y de astros;
zona de paz y de fuego.
Hierve el agua y se escapa…
pero no perdura en el cielo.
Cántico místico de enigma,
crujido de algo que se quiebra;
piedra sorda y hablante
Corredora de mar y arena.
Una turba de tormenta, atormenta.
vuela la vida colgada del suelo,
ave de agua embriagante;
barco sin destino ni navegante.
Perla negra de espanto…
Desde allí
me ven tus ojos
y me levanto.