EXTRAÑO A ESA MUJER
Ansío nuevamente aquellos abrazos de amor,
y volver a besar esa cara sonriente.
Ansío escuchar cada palabra tierna,
y soñar como antes soñaba con ella.
Desearía también pronunciar un te quiero,
y correr a sus pies buscando protección.
Quisiera que esos tiempos vuelvan ahora,
y llamarla a gritos cuando sienta temor.
Añoro todos los días con ella,
y la nostalgia de aquel recuerdo golpea.
Lástima que los niños crecen y se alejan,
crecen y se alejan como la marea.
Extraño a esa mujer como a ninguna,
y no entiendo el porqué de mi actuar duro con ella.
No entiendo el porqué de mi silencio si la amo,
no entiendo por qué tengo tanto orgullo y me callo.
Extraño a esa mujer como a ninguna,
y extraño mi niñez y estar con ella.
Extraño mucho a mi niñez pero más la añoro a ella.
¡Qué hermosa y buena es la mujer que amo!
¡Qué fuerte y única es su existencia!
Nunca pronuncié un te amo para ella,
y es por eso que extraño a mi niñez.
¡Qué sonrisa más tierna!
y ¡qué tesoro su linda mirada!
¡Qué amorosos esos labios!
y ¡qué preciados son sus ojos grises!
Extraño a esa mujer como a ninguna,
extraño a esa mujer porque la amo.
Yo extraño tanto a esa mujer
porque esa mujer me dio la vida.
Esa mujer me dio la vida y es mi madre.
A mi madre hoy le escribo mi amor,
y espero que lea cada palabra un día.
A mi madre le regalo hoy…
un te extraño, un te quiero y un te amo.
A mi madre le digo hoy…
gracias linda señora por su amor,
gracias guerrera inmortal por su protección.
A mi hermosa madre le grito ahora.
¡La amo señora! y no se preocupe por favor.
Que estas lágrimas no son de dolor…
Que este llanto es mi expresión de amor.
Martin Ruiz Díaz Díaz.
(paraguayo)