Alli estabamos por primera ves,
desnudos ante la presencia de los rayos de sol
de media tarde que se cuelan por entre las hojas de los arboles
que hay jumto a tu ventana.
Mi respiracion se cortaba
y mi mente quedaba en blanco
como un lienzo listo para se pintado
por el pincel de tus cabellos.
La ropa sobraba,
la unica vestidura permitida fue la desnudez,
mientras las prendas de ropa,
marcaban el camino hacia tus aposentos.
Perdia la nocion del tiempo,
las horas parecian minutos
los minutos parecian segundos
y en un segundo eterno me llevaste al cielo.
La tension subía
y el coraozon latia tan fuerte que pareciera
que fuera a explotar dentro de mi pecho
mientras nos respirabamos en el oido del otro.
Todo quedo en silencio
solo se escuchaba nuestros corzones
que iban a mil,
mientras las paredes observaban con cuidado.