FERNANDO CARDONA

En torno a la miseria

En torno a la miseria


En torno a la miseria se va arremolinando el pueblo hambriao,

Sin techo, sin salud y sin vivienda.

Este pueblo ya entiende que su hambruna,

su falta de salud, de escuela, y de vivienda,

No son obra de dioses ni demonios,

No son cuestión de invierno o de verano,

Ni de imposibilidad pa hacer caminos y cultivos.

Este pueblo a pesar de tantas vendas

Ya se esta dando cuenta que sus males

Se deben al confort de un par de sátrapas

Rodeados en exceso por los bienes ajenos.

Y contra el corrompido circulo oligárquico

Avanza el pueblo en pos de lo que suyo es,

Pero el sátrapa lanza contra el pueblo

Su ejército automático y matón.

La universidad perdiendo esta el carácter científico

Y se torna en matadero humano

Donde muere el preclaro estudiante

Que disiente de la norma anormal.

La paz del trigo, del café y del arroz,

La paz del pasto verde, de la vaca y el toro,

La paz del humo azul en la mañana

Brotando de la casa en la montaña,

La paz de la herramienta y el arado,

La del crepúsculo con olor de tabaco,

Calor de ruana, cantar tiplero y fondo de ilusión,

Se fue tiñendo en sangre

Y se torno en la paz de los difuntos.

La constante labor del artesano,

La del pequeño comerciante,

La del propietario mínimo del agro,

Se fueron día tras día haciendo más difíciles

Por escasez de la materia prima

Que nunca estuvo escasa, pero si acaparada;

Porque el mercado se inundo de pronto

De artefactos made in usa,

Made in Japan, made in china

Y made in england,

Y porque el latifundio se ha estirado hacia las cuatro esquinas desmesuradamente,

Mientras el minifundio se extinguió.

Y pronto el comerciante mínimo, el artesano humilde,

El hombre elemental del surco fértil,

Dejaron de ser gente independiente

Para ser mercancía que se compra y se vende.

Para ser fuerza bruta y barata de trabajo en oferta.

Y abrió sus fauces la industria nacional

Engullendo millones de brazos productores

Que nunca consumieron lo que hicieron.

El obrero industrial produce el automóvil

Y sigue andando a pata,

Produce el radio y la televisión

Y se quedo escuchando la música del viento

Y viendo a sus famélicos cachorros

Rondar la casa mas aburguesada

Para ver a hurtadillas la imagen

De un lavado cerebral televisado,

Produce la nevera, la estufa, el horno, la lavadora eléctrica

Y su mujer aun sigue borracha de humo

Y doblada, lavando en el arrollo, como en la edad de piedra,

Produce el catre de madera fina y después el de hierro

Y también el colchón blándalo y suave,

Lo mismo que los muebles de comedor y sala,

Pero el sigue, con toda su familia,

Durmiendo sobre “El Siglo”, “El Tiempo”, “El Colombiano”,

Cubriéndose con paginas de “El Espacio”, “El Mundo”,

“El País” y “Occidente”,

Y continúa sentándose sobre la piedra dura,

O simplemente no volvió a sentarse

Porque todo su tiempo pertenece al patrón.

El constructor construye las mansiones

Donde jamás podrá pasar la noche,

A no ser como carne de cañon,

Pues para el la formación social otorga solo casas de cartón.

El hombre del arado cosecha el fruto fresco

Y cría los ganados de carne y los lecheros

Pero sigue comiéndose las sobras de los pájaros

Y viendo ríos de leche fluir hacia el mercado

Donde jamás podrá llegar su jornal mísero

Mientras las vacas y la tierra sean

De un patrón que no sabe a que sabe el sudor.

En consecuencia van a la palestra

Estudiantes, obreros, campesinos

Y el ejercito innumero de los desempleados

A reclamar de pie

La ciencia y la cultura para el pueblo que estudia,

A reclamar de pie

Salario equitativo a la labor del hombre que trabaja

por un pueblo grandioso

Más no por la grandeza de un sátrapa mafioso,

A reclamar de pie

Incentivos y tierras, y cultura y decoro

Para el indio olvidado y masacrado

Y para el laborioso campesino

Que son la vida misma del hombre citadino.

A reclamar de pie,

Brazos en alto,

Puño cerrado y duro

Trabajo para el pueblo numeroso

Que quiere y necesita trabajar.

Y el estudiante heroico y futurista,

Y el obrero esforzado y cumplidor,

Y el indio y el campesino,

Sufridos y aguantadores y engañados,

Y el pueblo desempleado, desnutrido y hambriento,

Van cayendo abatidos

Por el plomo legalmente escupido

Por la fauce asesina del reaccionario estado de excepción

De la constitución capitalista.

El cuadro es doloroso y deprimente,

No es fácil hacer vida donde se nace menos vivo

Y se muere más temprano.

El pueblo es desangrado hora tras hora

por la voracidad imperialista.

Los derechos humanos van torcidos

encaminados a una Edad Horrible.

Pero este no es el fin. Seria imposible.

El eterno girar de los fenómenos

Garantiza la entrada en decadencia

De lo que si en principio fue benigno

Para la humanidad,

Hoy para la humanidad es repudiable.

Pueblo, pueblo, pueblo mío,

No esperes que caduque voluntario

El criminal Estado que te emborracha y te marihuanaza

Para embrutecerte y establecerle limite

hasta a tu pensamiento.

Pueblo, tu que todo lo puedes

Porque eres grande y generoso y fuerte

No le prestes tu fuerza a quien te oprime,

Únela y encamínala hacia tu propia causa,

Levántate

Agarra las cadenas que te amarran

Y encadena con ellas a quien te encadeno

Y con abnegación y esfuerzo unidos

Tracemos el camino cordialísimo

De la Edad de la Paz Universal