¿Qué si te he olvidado? Nunca será así
ni pretendas que lo haga, no es mi caso;
hay tanto por retener de tu vida, de vivir
cada día, como cuando te estaba cercano.
Ahora, no es que te hayas ido de mi alma,
no se trata preservar de tu recuerdo algo;
mas que nada, es el saber me sigues clara
como un amanecer, despidiendo lo pasado.
Son esos pasos que, al seguir, dictaminan
la vida que compartimos resultó lo intacto;
tiempo suspendido y eterno, el que camina
al recordar una risa de tu boca o su llanto.
¿Qué aprendí de esto, ahora al continuar?
Pues, antes de conocerte, faltaba tu tacto,
luego de besarte, tuve bendición de amar,
al unirnos, uno mas uno fue dos sagrado.