Nicolas Ferreira Lamaita

CARTA A UN HIJO, DE UN PADRE AUSENTE

Antes de partir, quisiera encontrarnos,

sin pasar facturas de tiempos pasados

romperlas, quemarlas, darlas al olvido,

y si es que las hubo, darlo por saldado.

 

Charlar solamente, como dos personas,

como dos amigos, pero sin reproches,

sin dejar atrás los remordimientos,

del tiempo perdido, que nos lo quitamos

 

Pensar solamente, que la vida pasa,

que la vida es buena pero al fin se acaba.

por eso no quiero emprender la marcha,

llevando un "te quiero" ahogado en el alma.

 

Quisiera sentarme, conversar contigo,

tomar un café, como dos paisanos,

llevaré a esa mesa perdones pendientes

los cuales no quiero llevar en mi viaje,

 

Charlar de la vida, de lo recorrido

saber lo que somos, pensar lo que fuimos,

tal vez encontremos a quién fue culpable,

¡un chivo expiatorio, llamado destino!!

 

No quiero te obligues por ningún motivo,

llamarme PAPÁ pues, eso no e sido,

PAPÁ, es el que cría y educa a su hijo,

solo dime PADRE me daré cumplido.

 

Prometo no hablarte ni darte motivos

que atenúen mi culpa que atenúen mi olvido,

pero si te digo, dalo por sentado

que este asi no a sido, jamás, a existido.

 

Siempre en el recuerdo conmigo e llevado

tu imagen de hijo, de amor consebido,

lo que si lamento haberme perdido,

transformarte en hombre que vida a engendrado.

  

De mi, te diré, que aun estoy sano,

con los avatares que otorgan los años

pero no por eso, me siento acabado,

no puedo negarte que soy un anciano.

 

Aun tengo la fuerza que da el intelecto

saber de la vida lo bueno y lo malo,

entender que solo soy un ser humano

que intentó ser justo, que se a equivocado.

 

Mientras permanezca, no quiero me juzguen,

tampoco yo a nadie le enmiendo la plana

 solo hay un  supremo a quien remitirme

 solo de el acepto el juzgar mis faltas.

 

 Quisiera esta carta llegase a tus manos,

 la pondré en el viento, vere si el destino

 a quién le endilgamos nuestras frustraciones,

 en la cobardía, de no dar la cara.

 

 Todos pretendemos ser inmaculados

 tener la caratula de honesto y honrado

 por nosotros Cristo tuvo su calvario,

 dejando  una mancha en nuestro prontuario.

                                    Tu Padre.