Por temor a Dios camino, sobre esta tierra bendita,
Con mente firme y serena pensando en sus mandamientos;
Y más como el Diablo es puerco, se presta a la tentación,
Pero yo con devoción, lo domino con mis rezos.
No quiero decir con eso, tampoco que un Santo he sido,
He pecado y no me espanto ni abrazo arrepentimientos;
¡Sí!, he pecado por amor lo mejor del Universo,
Pero ante el Creador he sido, por siempre un hombre sincero.
Una mujer me tentó al fijarme en su figura,
Yo siendo hombre y criatura, también le observé su encanto;
Mucha dulzura en su ser, que cualquiera metía mano,
Y aunque de eso no me alabo, disfrute mucho placer,
Que es lo que me llevaré, un día a la sepultura.
Por temor a Dios confieso y doy este testimonio,
Será cosa del demonio, pero así lo habré de hacer;
Por culpa de una mujer, lo mejor que Dios creó,
Y por ella violé yo, el noveno mandamiento,
Los dos juntos disfrutamos inmersos en la maldad,
Y en honor a la verdad como cosa del destino;
Ella tomó otro camino y yo me quedé varado,
Como el caballero aquel, que la saqué de su lado.
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José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita