Cuando en tus añoranzas me suspires,
y con el recuerdo de lo vivido sonrías,
mientras sientes mis besos y el sudor de mi cuerpo,
recuerda vida mía que no existió ni un solo segundo en mi trayecto sin que el corazón te abrazara y la memoria te atesorara....
Cuando en tu lecho perdon me pidas,
parte tranquilo, que nunca, nunca pude odiarte aunque debia...
Y cuando en el edén o el infierno la muerte decida juntar nuestras miradas sabrás que te busque aun en mi agonía!