Henry V

Entiendo porque no te he besado y conozco tu sabor.

 

 

A Natalia

 

 

Me gusta tu voz de guirnaldas y  honores

Tu pelo de  magia egipcia

Tus caderas de  palacio de Sion

Apostadas en columnas de mármol real

Cantera del  Olimpo.

 

Me gusta cada una de tus cien formas de decir 

Que no diras nada;

Amo tus ojos de farola y  verano,

Inquietos  como potros de  unicornio;

Agudos y  desafiantes ojos de  rincones  bonaerenses.

Me gustas desde que  me invadiste   con el acento

Y tus  dotes de tango y milonga viva.

 

Reconozco tus sabores en  la hierba del mate.

Una noche de tantas, sin abrirte los labios,

 hincándome cerca

con las manos  entrelazadas  alabaré la uva que eras ;

Ahora

el vino  en que te convertiste

de sangre robusta y especiada:

 manjar de Caiser

en  Saturnina.

Hoy 

Entiendo porque no te he besado

Y conozco tu sabor.