"Hay miedo de estar piel con piel,/ de darle a nuestros cuerpos minutos de gloria./ Miedo por no saber qué papel/ vamos a cumplir en esa historia".
Uno desea serte siempre fiel,
el otro desea bendecir tu piel
y no te permite a ti la fidelidad.
Uno te quiere buena, hermosa, pura,
el otro el vértigo de las curvas en tu figura
y que haya un pecado en tu realidad.
Uno te quiere arreglada, vestida,
que luzcas como el amor de su vida
y de tu amor jamás duda...
El otro de mujer a diosa te transforma
y estando contigo la ropa no lo conforma,
prefiere verte desnuda.
Uno te quiere ver muy feliz,
te consiente, besa tu boca, tu nariz
y siente que sus besos para ti son buenos.
El otro para besarte nada se tarda
y muchos de sus besos los guarda
para posarlos en tus senos.
Uno contigo es todo un caballero
y le gusta ser muy sincero
y que lo que diga se le crea.
En el otro los modales mucho no están
y en ocasiones hasta es un poco patán
y a ti te excita que lo sea.
Uno llega a la casa cansado
y cariñoso se acuesta a tu lado
y tal vez se quede dormido...
El otro no siente por cansancio su sudor,
sino por hacerte el amor
hasta hacerte perder el sentido.
Uno está unido a ti por las leyes
y tienes con él vida de reinas y reyes
y sin embargo a veces te aburre...
El otro no hace vida marital
pero siempre te parece genial
cualquier cosa que se le ocurre.
Uno se ofrece a cuidar tu sueño
y le gusta sentirse el dueño
de lo que dormida te hace sonreír.
Al otro en tus sueños lo anuncias
y en tu mente es su nombre el que pronuncias
pero no lo puedes decir.
Uno te escribe y sus poemas te dedica,
el otro tu cuerpo desnudo abanica
con palabras llenas de letras muy calientes.
Uno tal vez alguna travesura te reprochará,
el otro seguro te aplaudirá
cada locura que inventes.
Así va pasando tu vida, entre tornados y brisas
y eso les sucede a todas las indecisas
porque así son muchas mujeres...
Es la ironía a veces de sentir
que teniendo tanto que elegir
no sabes lo que prefieres.