Corazón de poeta, centellante de amor
Tu ternura bendita me regresa el calor
Tus latidos escucho y con cariño te abrazo
Y sin duda te extraño, pues no tienes reemplazo
Corazón delicado y tan rico en fulgor
Me motivas tan fácil y suspiro en tu honor
Tu sonrisa sincera me captura sin lazo
Imposible escapar del amor, ya no hay caso
Increíble mujer, admirable dulzura
Te busqué y encontré tan sonriente y hermosa
Me sorprende saber que tú existes tan pura
Es un gozo tan grande el sentir tu piel rosa
Percibir tu ternura, te confieso, es mi cura
Y te juro que tú eres la mujer más virtuosa