Ya no me inspira...
las plantas ya no me inspiran
la muerte ya no me inspira
las musas ya no existen
que inspiren el roce etereo de mi dedos
al alma de lo vivo
Solo queda esta náusea sartrística
que se alivia con el trance de un cigarrillo
militante, solitario y temporal.
Tú ya no me inspiras
ni las ideas de un lecho tibio...
el beso es un fantasma, una leyenda
que se pierde en el folklore de mis labios...
Me vuelvo sólido, mohoso junto a un río,
que pasa ligero cada día más.
Trato de transmutar, pero no puedo.
El frío ya no me inspira
el vacío ya nome inspira...
salté a ese abismo hace tanto tiempo
y me mantengo a flote
esperando el que el piso términe
de una vez por todas
el aburrimiento de esta oscuridad...
Tú ya no me inspiras,
ni tu idea de persona
ni tus peripecias de angel caído...
Ya no me inspira...