Mira mis manos...
están vacías, sin tí,
no tengo nada, ni tus besos,
ni tu presencia, estoy sola,
con esta soledad que embarga a mi alma.
Solo deseo que venga la muerte,
para descansar eternamente,
y así esperar el momento en que pueda verte.
La tristeza me abruma,
acorrala mi pensamiento
se adueña de mi sentir,
solo tu recuerdo me hace volver
en mí.