Andra

En éxtasis.

En éxtasis.

Un suspiro escapado de mi boca sedienta,

Desnuda tu cuerpo y el mío

tus manos comulgan roces delicados,

succionas el clítoris con suave empeño

círculos explorando mis fluidos

y florece ante ti mi rosa ansiada.

Salpican tus dedos con  empujes sublimes

los pétalos palpitan con estruendo delirio,

la miel suaviza, derramando secreciones

desbordado el néctar de mi manantial  secreto

tu dedo furtivo perdido en mis adentros 

excitando sensaciones susurro, gimo, suspiro.

 

Los espasmos de mi vientre candente

Te invitan a bajar por el sendero,

tu lengua ardiente prodigio de amante

recorre hasta beber del elixir sediento.

Complacida te observo.

 

Erecto irrumpes en las estaciones de mis delirios

vaivenes lentos suplican vehemencia,

salidas y entradas de mi ruta embriagada

ruborizas mi piel sudorosa,

somos brasas candentes a punto de explosión

entre sonidos burbujeantes de tu sexo y el mío.

 

Son mi devoción tus caderas en vuelo

volteándome ante tus pupilas llenas de regocijo,

emana tu boca gemidos de estruendo

tus manos calientes se apoderan de mis caderas,

mi espalda al descubierto deleite de tu lengua devoradora

tatúa mi piel con tus dientes.

Tiemblan mis piernas y las tuyas

tu cincel golpea  y golpea raudamente.

presa de tus manos mis caderas junta tu cuerpo y el mio

y ¡golpeas!, ¡golpeas!, ¡golpeas!…

con jugosos movimientos de tu sexo y el mio.

 

Mis pétalos abiertos excursionados por tu dedo

me incitan en un baile de delirio,

mis caderas de un lado al  otro observas

mientras; ¡golpeas!, ¡golpeas!, ¡golpeas!…

 

Gira mi cuerpo entre tu cuerpo,

somos manojos de pasión en laberinto

suaviza el aire el aroma a nuestro sexo,

apremiando tus manos en mis senos,

la lujuria de tu boca amamantada

en las cumbre del botón de mis moras,

tu lengua jugosa bebe y exprime

en el febril calor de tu rostro.

 

Mis dedos enlazados a los tuyos

que someten tu cuerpo rendido

y cabalgo en tus caderas reposadas,

probando del éxtasis de tu cuerpo

se desbordan  tus fluidos y los míos

el orgasmo aparece en un  gemido,

se rinden  nuestros cuerpos cansados

siendo acto de Dioses divino.

 

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