RICARDO FELIPE

ENCONTRADOS

El está solo, tan solo como la sombra que aparece en la foto de un corazón roto,

como se encuentra una huella solitaria que no es de nadie, pero que esta cerca del mar,

como dice sentirse ese roble, testigo de tantos besos y juveniles promesas,

como dice sentirse el número uno, porque la matemática lo tomó por sorpresa.

 

Ella quedó sola porque su amor se peleó con su horizonte,

sola como el muelle que aún se divisa al lado del farolito,

como queda una oportunidad cuando el tiempo se va por entre sus manos,

como quedan los testigos, cuando el juicio ha terminado.

 

El pernocta entre la niebla y cree que una nube se cayó,

ella culpa a la brisa por el frío que dice sentir cuando evoca lo que se perdió,

ambos cerraron su cuenta con el sentimiento,

sin saber que todo cambiaría en ese preciso momento.

 

Ella se encontró con una mirada de tristeza igual a la suya,

y descubrió que no siempre pasa lo mismo,

encontró que las hojas secas, casi siempre esconden un camino,

y empezó a susurrar a su alma para que no se muera...

 

Ellos se encontraron en el lugar exacto donde comienza un poema,

sin pensar en elegías,sin pensar a dónde dejaron sus penas,

sumergidos en el manto de la noche que ahora le nacieron las estrellas,

rescatando besos perdidos, que un día se perdieron en una condena.

 

Que, felizmente, no era perpetua.

 

 

©ricardo_felipe

Un soñador sin mucha estirpe