Y luego de tanto, de tanto proseguir
Altanero, frecuentaba el ego mentirme
En muchas ocasiones las historias
Que a medio terminar dejaba de lado,
Con los ímpetus de un gran payaso
Disfrazaba mis temores
En una vida que nunca fue mía
Hasta que un día de tanta hipocresía
No sabía en realidad exacta quien era.
Y me ufanaba de mi pobre orgullo
Pero era tan evidente esa cruz
Que debía cargar sobre la espalda
Con mis caretas envueltas en celofán
Que al roce más ligero descubría
La mentira que envolvía mi falsa pose,
Y morí no sé cuantas veces
Sin un nombre sobre mi tumba
Y flores que reclamen una lágrima.
Autor: WCELOGAN