Gime en desasosiego
el corazón,
la lluvia sentimental
se pronuncia en deseo,
pues reconozco
que he amado,
pero confieso,
que sigo enamorado,
la materia prima del lagrimal
empieza a rodar,
quimeras de usurpación
enredan la visión,
soy víctima
de la enrarecida luz,
moléculas luminosas y saladas,
se mezclan,
y en el cielo,
atisbo refractados
soles azules.
e.g.