Hay un miedo
Tiene la cara de un extraño futurista
Es el viejo telar del instinto
Padre de ánimas
Careta de la muerte en la verbena de la guerra
Su nombre se dice en un crujir de dientes con la boca seca
y la soledad en un relicario
Es un poema a una mujer sin tumba
El espasmo de un ojo fijo en el hambre de un niño
El Dios de un hombre hermético
La infertilidad
Es el pan del diablo
Se sienta en mis kioscos
Como réquiem en los huesos
Es la lira de la ausencia
El tumulto del tiempo en mis vagones de rumbo fortuito
Agolpe de días con final en la injusticia
Es la humedad que hizo roca al fuego
El oro que se hizo piedra de tropiezo
Tañe como aullido de un cuerpo vacío
Escribe un epitafio bajo mis ojos
Con sus signos negros
No quiero voltear para no hacerme de sal
Pero me ve con lujuria
Y a veces me hace tanta falta el deseo
de unos ojos que no sean los míos
hice tantas puertas
Ventanas y umbrales
mi colecciónè llaves
te buscaba como se busca refugio del frio
sé de tu voz antes de conocerte
De tus letras que se parecen a mi sangre de niño
sé de tus formas de amar inmaculadas
Del dialogo con mis hijos en tu seno
Del sabor de tu pimienta rosa
de tu pecho y su nido
Su canto de mañana
Y aroma de violencia.
conozco el veneno en las lisonjas del miedo
Ya estaba dicho que tu pecho sería la cura
Por eso tengo orquídeas en vez de palabras
Por eso mis manos diestras y mi beso limpio
Por eso la ternura
la sonrisa
la voz que maduró cantándote en bosques
ya fueran de fuego o piedra
o sal o nostalgia
Porque de cualquier manera posible llegarías
de alguna manera sabías del corazón en sitio
De la libertad envenenada
De la verdad silente
del estupor
de la tristeza que fatiga los pulmones
¡oxigeno mío!
Porque nuestra unión la escribió un profeta
Con el verbo infinito una tarde de paraíso y miel.
No necesitas…
No debes decir que me amas
porque mi vida basta para decirlo todo
el filón de amor
me hizo de aguabuena para tus rosas
aguardé entre el dolor y la discordia
Con las manos en suplicio
Y un rezo monosílabo
Implorando tu presencia
Por eso mis palabras pálidas
Por que guardaba para ti la sangre nueva
La que alumbrará tus piernas y tus sienes
La que llenará tu río sagrado
espasmo por espasmo
Seré destino en flama
Para el incendio de tanta raíz silvestre
sembraré nuevas palabras
de testamentos para enamorados.