Complacido, el universo,
él, satisfecho cedió;
lanzando un ligero soplo,
a la tierra un mantel le concedió.
La engalanó de vitales ensueños,
la removió con ráfagas musicales y destellos;
a su aburrida y estática oscuridad destronó.
Le regaló el escalón con sentido,
el mágico elixir del movimiento.
Extendiendo su propuesta en la mesa;
reliquias del espacio acomodó.
Tierra: mesa con curioso mantel.
La tierra acoge la vida políglota.
Sobre la tierra abundan;
bellos paraísos y ricos manjares.
Las abejas y el polen.
La dulce miel y la cera.
Los panales y la hierba.
El alegre trinar cantor de los pájaros,
que anidando en los árboles,
picotean los frutos,
y leyendo las nubes del cielo recitan;
poemas aceitados con amores.
El universo tiene un Dios,
del que emanan muchos colores.
No dudemos de la hermandad,
del vinculo que se dispone.
No existe blanco sin negro,
el gris, los dos lo componen.
El mar aporta el pescado,
el monte; el ciervo y la liebre,
y, hay hombres en esta tierra,
que para una buena causa,
ayudan y pescan hombres.
El universo posó;
luz en todas las esquinas,
dándole al ocaso albor,
estrellas a la ancha noche,
a yegua; galope y trote,
y eclipses al sol del día.
Esta tierra es probeta,
es promesa extendida,
la proeza sublime,
que avanza decidida.
"Nosotros...comensales en la mesa,
cual rebosa abundancia al estar bien servida.
Nosotros...la pregunta sin respuesta."
318-omu G.S. (Bcn-2012)