¿Hueles, amada, el aroma sutil
que el aire trae del viejo jardín?
De sus níveas flores eleva el jazmín
su grato olor delicado y pueril.
Es tierno el momento, un suave rubor
roza tus mejillas, tu corazón
palpita y arrulla con bella canción,
y abre la puerta más sacra de amor.
Bajo la mirada buscando la tuya,
dos hogueras se funden y una sola
llama ilumina, su irídea corola
el tiempo quiso y Dios la hizo suya.
Olvidemos los almendros, la luna
nos cobija entre sus pálidos rayos,
pasarán los junios, primero los mayos
y a nuestra luz no echará sombra alguna.
Ahora que fluye este único respiro
y se juntan candorosos nuestros labios
surjan del jardín los aleteos sabios
del beso que te doy cuando te admiro.