¿Insistes en acabarme vida mía?
que no ves el desgarro de mi piel,
acaso no ves mi cuerpo tatuado
de palabras distantes, lejanas.
¿Has visto el anochecer en pleno día?
cuántas sonrisas burlonas
has escuchado a las cuatro de la mañana,
cuántas aves muertas has encontrado sin alas.
El redoble de latidos se oye más fuerte,
y el eco silencioso es puente,
a la roca que da a la orilla del mar,
a mi sueño, mi descanso, lo inerte.
¿Acaso sabes tú sobre los astros del cielo?
si ves pasar el tiempo y no tratas de detenerlo,
si no has enmarcado la flor muerta
ni la has puesto en tu sala.
Y crees que la tierra es plana,
cuando nunca te has visto caer,
ni quieres comer de los gusanos
que con el tiempo han de nacer.
Qué puedes tú decirme,
si algún día vas a enloquecer,
qué puedes tú,
si no sabes del ayer.