Sobre mi blanco pecho
luce una cruz plateada
a la que le rezo y le suplico
por ayuda y esperanza.
En tus manos, Señor,
coloco mis ilusiones,
mis sueños y mis amores
para que los fortalezcas
y en las penunbras no se pierdan
por la falta de luz...
También coloco en tus manos,
mi Dios amoroso,
mis derrotas, mi sufrimiento,
los fracasos...las caídas...
el dolor...para que me ayudes
a restaurar mi alma
y aprender de mis errores
para no volverlos a cometer.
Te agradezco Señor
las bendiciones que me has envidado
y te pido perdón
por los reproches, que varios te he hecho
tras el dolor de una prueba no pasada
o haber estado enamorada
sin ser correspondida.
Gracias Señor, por darme la oportunidad
de entender que si estoy aqui
es gracias a ti y a mis ganas de vivir...