El amor provocado por caricias latentes,
así era tu penetrable mirada olfato de sujeto atento de tanta ironía,
tus muslos los míos sedientos de ternura
Si de esa maldita ternura que destruye lo vivido y vive por nada,
Estas dentro como zorra en caverna,
suspiras y gimoteo de tanto deleite inesperado
tu gemido como león de selva como genio sollozando de tanta magia inesperada,
hay estamos los dos tirados de tanta tortura,
es tu sudor resbalando por las orillas de mi monte altivo tus carias llenas de ilusión,
es que vivimos lo imaginado y soñamos lo vivido,
fue nuestra noche de experiencia,
tu sediento y yo complacido,
solo me queda controlarme y verte de la mano de ella,
sin vergüenza de barriada, chico penetrable de tantas miradas,
soy tu escondite perdido,
tu esencia de hombre,
tu orilla malcriada,
tu enjambre de miel y tu deseo apasionado.
Esta historia se repite día a día,
es que sabemos que somos estrellas del alba pérdida,
Es la naturaleza estiércol del ayer,
Y tus manos seguirán rondando mis esquinas
Y ambos gritaremos de tanto ardor
Ya tu sudor paseara entre mis pechos como ladrón de medio día
Como mendigo de esquina curioseando lo perdido,
Nos verán vedados por siempre cotorreando en el sofá de nuestra experiencia deslizados por maldita ternura sin tener la culpa vivida
hombres detestables y mujeres indeseadas
rondaran nuestras mejillas mescladas de tinta.
ahora estamos tu y yo frente a frente
tócame las manos y acaricia como antes
tómame que soy tuya y de nadie
devora lo tuyo y lo mío
gime por sudores placenteros de amores griteríos
toco tu pecho y siento el ardor en tus venas sedientas,
ahora te tengo y no te marches
échale café a nuestro momento y endúlzalo con sudor caído
es que no recuerdo en que termino nuestras almas desfallecieron de tanto excitación
hoy somos de ambulantes de mundo ajeno.
somos culpables de tanta desgracia esperamos después de haber hecho todo,
que los dioses nos den un poco de gracia y ser salvados como niños antes de ocho años,
es que en este mundo estábamos equivocados y en nuestro regreso a casa supimos que fue todo un infortunio,
desgracia que nos llevó arruinar nuestro destino
hoy somos presos de nuestras propios gemidos
pero jamás perdemos la esperanza no tuvimos ley de vivido,
y sin ley de vivido se nos juzgara
como hombres de bien esperaremos la gracia y misericordia
clamaremos a nuestro Dios somos sus hijos y él nos conoce,
ante su presencia clamaremos hasta decir basta…